Lo que más suelo escuchar en el consultorio, es que en este momento se agarran “galletitas” o pan, y productos que suelen ser de lo que más abunda… los carbohidratos. 

Los carbohidratos existen en diferentes calidades, por lo general, lo que más se consume es la harina blanca, que no provoca picos altos de glucosa en sangre. Si nos excedemos en la incorporación de carbohidratos, estos tienden a acumularse en nuestro organismo ya que para su metabolización se despiertan ciertas hormonas, como la insulina, que regulan la glucosa y lo que hace es guardar dentro de las células la glucosa/energía, y si yo a esa célula la desbordo de glucosa, luego de cubrir las necesidades, el cuerpo las almacena en forma de grasa, generando tejidos.

Este proceso, de liberar insulina nos activa la búsqueda alimentaria (lo que sentimos cuando no podemos dejar de comer) Lo importante, es encontrar un equilibrio entre todos los nutrientes.  Para eso, también es importante incorporar proteínas. Estas son más saciogenas, nos representan mayor esfuerzo en digerirlas y metabolizarlas y por ende, su almacenamiento es más complejo, las proteínas tienen una función plástica, es decir, de formar tejido, formar tejido de piel, de órganos, etc.

Las proteínas son fundamentalmente para generar el transporte de nutrientes.  En el caso de las grasas, que suelen ser muy temidas, no es tan así. Esto depende de la naturaleza de las mismas. Pueden ser un gran aliado, por ejemplo, las grasas de los frutos secos, las nueces, las almendras, el aceite oliva, el aceite de coco. 

¡Ojo, estas grasas también tienen que ser consumidas con prudencia y equilibrio! 

Cuando sentimos que nuestro cuerpo no responde, y que nuestro funcionamiento está lento, va a depender de la calidad de lo que consumimos, y no darnos demasiados nutrientes o desechos. Por ejemplo los carbohidratos, nos dejan demasiados “desechos metabólicos”.

Entonces, el sistema que se encarga de depurar los desechos esperables del funcionamiento celular está desbordado.  Solo en el caso de entrenamientos de élite, se le puede dar más soltura a los carbohidratos, porque agotan las reservas de glucógeno. 

Los carbohidratos en sí mismos, cuando no se equilibran, guardan una trampa.  Esta trampa tiene que ver con un círculo vicioso de comer carbohidratos, que liberan insulina, más me pide comer luego, mas me hincho, guardo y aparece el correlato mental, que entiende, interpreta y relata diferentes condicionantes, que muchas veces activa nuestra ansiedad.  Recordemos, NO TENEMOS QUE TENER MIEDO DE COMER. 

Tenemos que aprender, conocer los nutrientes y conocer los procesos de nuestro cuerpo, para saber cuidarnos y hacer funcionar de manera correcta a nuestro cuerpo.  Si queres profundizar, podes solicitar el acceso al taller “el metabolismo y yo”