Nuestro umbral de dulzor es lo que nosotros percibimos como dulce o no dulce, y ese umbral, se encuentra entrenado por nuestros hábitos alimentarios.

Más allá de que podríamos preguntarnos “¿por qué endulzo mis infusiones si ya vienen con sabor propio?” la idea central sería intentar desindustrializar nuestro paladar.

¿Qué hacer con el tema del dulzor’

Ante todo, entrenar nuestro paladar en percibir con menos dulzor- en criollo “ponerle cada día menos, hará que no sea necesario”. Comprender que no nacimos saboreando con esa intensidad sino que hoy estamos acostumbrados a ello. Es importantísimo que sepas, que el umbral es adquirido, lo cual significa que es algo modificable con el tiempo y la perseverancia. Te sorprenderá ver que si día a día le ponemos menos, no solo lo toleraremos, sino que necesitaremos cada vez menos.

Lo ideal es que éste dulzor no sea industrializado- o sea- que si usamos azucares, que éstos tengan la menor cantidad de químicos posibles.

EXISTEN ENDULZANTES NATURALES Y ARTIFICIALES:

Nuestra preferencia va a ser siempre un endulzante natural ¿Por qué? Porque actualmente se sabe que los edulcorantes artificiales perturban y alteran la vida de nuestra microbiota intestinal- lo cual nos pone en un lugar más vulnerable para inflamaciones, dolores, atracones de dulces, liberación de insulina, impulsividad… Entre tanto descripto, nada bueno nos dan.

EJEMPLOS DE EDULZANTES:

OTRAS FORMAS DE ENDULZAR NATURALMENTE:

Podemos cambiar el sabor de nuestras infusiones y de nuestras preparaciones sin necesidad de incorporar azúcar blanca o edulcorantes no nutritivos ¿cómo?

Agregando: Coco rallado o cáscara de frutas o dátiles o extracto de vainilla natural

Por ejemplo:

Como todo en alimentos y en los hábitos la idea es encontrar equilibrio, donde se conjuga cantidad, calidad, frecuencia y usos de nuestros nutrientes.

Es importante tener en cuenta SIEMPRE que en nuestra salud, tanto física como mental, es importante el EQUILIBRIO.